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Asumir la vida como un reto diario


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María Micheo,  primera pugilista del país, es decir que es la primera mujer que se dedica al boxeo, ha peleado profesionalmente en el extranjero por un título mundial, su vida ha sido una constante de trabajo, esfuerzo y perseverancia.

 

Nacida en la ciudad, María creció en el seno de una familia donde se promueve el arte y el deporte y sobre todo se les inculcó que todo lo que emprendieran, lo hicieran bien y lo terminaran.

 

“Soy hija de un músico, toco piano, saxofón y guitarra, y cuando abrieron un gimnasio de karate frente a mi casa, también mi papá nos incentivó para entrar y que aprendiéramos a defendernos”, explicó la deportista.

 

Siendo aún una niña, María descubrió que ser deportista era lo que quería ser, con el apoyo de sus papás se ha enfrentado a muchos retos, uno de los principales ha sido abrir brecha para las mujeres en deportes considerados solo para hombres.

 

“He sido pionera en el karate, luego pasé al boxeo, porque al haber obtenido los máximos logros en karate, quería participar en las justas olímpicas”, agregó la pugilista.

 

El cambio no fue sencillo, al ser la primera mujer boxeadora, entrenaba con hombres, los entrenos eran tan duros, que muchas veces se cuestionó seguir, sin embargo iba “un día a la vez” lo que le dio el apodo que ahora porta con orgullo “La Imparable”.

 

Ahora como entrenadora y con una academia propia, María busca cambiar la vida de las mujeres y en lo personal busca ser campeona mundial en los cuatro organismos de boxeo profesional.

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